De Logroño a Nájera


Cuando esa noche llegué a Nájera me encontré a la sra.I al borde del infarto de risa. No había forma de entenderla. Por más "devagar" que hablase. Esa mañana iba andando a la salida de Logroño cuando un "oh moi deus" de su compañera le hizo levantar la vista y descubrió a un hombre desnudo, brazos en cruz que cacareaba un "buenos días peregrino".

Me contó eso mientras íbamos a comprar la cena. Cuando llegamos al super nos sorprendió que junto la comida se vendieran guitarras, violines y saxos entre otros. No había una sección para comidas y otra para instrumento, sino que si entre pan de molde y Cola-Cao cabía un violín, pues se ponía.

Se vende guitarra a 20 Euros el Kilo
La salida de Logroño tiene algo curioso. A lo largo de la peregrinación he encontrado fotografías firmadas en bares, albergues y mojones. Son de un tipo que peregrina regularmente y que vive en una barraca a las afueras de esta ciudad. Yo no la encontré.

Los dos siguientes kilómetros los hice con un jubilado simpaticón en paseo matutino alrededor de un lago. Había hecho las 5 variedades del Camino de Santiago y formaba parte de la asociación de amigos del camino. Tenía un rencor enorme porque habían perdido el derecho de explotación del Albergue Municipal, se le sentía realmente afligido. También me comentó como sus hijos se fueron hiendo uno a uno porque no habían oportunidades. Conversación muy común pasado Burgos.



El cuidador de Baco

La jornada es sencilla y entre viñedos, hecha para ser disfrutada. A mitad de camino se cruza un tramo con pilones de piedras hechas por peregrinos. Su significado ni lo conocía entonces ni lo conozco ahora, pero sin saber porque hice el mío propio, y quizás si, o quizás no, sigue en pie, mucho después de cruzar el pórtico de la Catedral de Santiago.

Columnas de piedras construidas por peregrinos

That's my spirit



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