10 motivos para celebrar Sant Jordi

Algo que suele sorprenderle a un guiri cuando visita Barcelona en Abril, es que como muestra de amor las parejas se regalen libros. Regalar un libro y acertar implica conocer muy bien a la persona con quien compartes la vida. Y de allí, que esta tradición sea algo único.

Quizás os sorprenderá que la UNESCO incluya Barcelona en su lista de ciudades literarias. Ya sea porque aquí transcurrió parte del Quijote, la riqueza que aporta el bilinguismo o que la entrega de los premios literarios mejor galardonados de habla hispana, se hagan en esta ciudad. Barcelona, como escenario, lugar de inspiración o vanguardia cultura, es y será un referente. 

Ya estés viviendo, lo hayas hecho o quieras visitarnos algún día. Déjame recomendarte los libros, que en mi opinión, te ayudaran a extrañar y conocer un poco más la ciudad.


Los imprescindibles


La Plaça del Diamant (Mercé Rodoreda, 1962)


La Plaça del Diamant se encuentra en el barrio de Gràcia, y a simple vista es una plaza ordinaria. No tiene ni el ambiente de Sol, ni la sombra de Revolució, pero en unas fiestas de Gracia de finales de los felices años veinte, la Natalia conoció al Quimet, su futuro marido. En ese corto periodo pasó de estar sometida a su familia a ser propiedad de su prometido.

Este libro costumbrista de lo que fue la Segunda República, la Guerra Civil y la post-guerra es un alegato feminista, una primera voz, a la que se unieron muchas otras. Escrito en catalán des del exilio y rápidamente traducido a muchas lenguas fue un referente de la resistencia cultural de la generación exiliada. La escritora vivió en primera persona estos periodos de la historia, el machismo de la época y la tristeza del exilio. Y eso se siente.

Hace unos años, porque Barcelona es Barcelona, encontré en la esquina de Almogavars con Marina una chica que tiraba pan a las palomas, igual que Natalia en la obra, mientras recitaba. Estando tan cerca del TNC debía tratarse de una estudiante. Solo en Barcelona la ficción traspasa la realidad.


La ciudad de los prodigios (Eduardo Mendoza, 1986)


Si algo tiene Barcelona son ciudadanos históricos que llegaron a la ciudad con un origen bien humilde. Una migración desesperada con un maletín, una muda y el presupuesto para un par de  noches de pensión.

Este libro trata de uno de ellos, procedente de la Catalunya interior y que llegó a la ciudad en los tiempos que se preparaba para la Exposición Universal de 1888, la que encumbró el modernismo y nos dejó la Ciutadella. Siendo nuestro personaje, sin el saberlo, un agitador anarquista. 40 años después, aparecería en helicoptero en la Exposición Universal de 1929, la que nos dejó La Fuente Mágica de Montjuic y esa extraña dictadura de Primo de Rivera.

Entre medias, la construcción de l'Eixample, la guerra de los sindicatos, la huelga de la Canadenca, la fundación del Barça, la especulación con la red de tramvías, el ocio en el Tibidabo, la Semana Trágica de 1909, la irrupción de la industria del cine,... es mil veces mejor que un Walking Free Tour.




Los libros del colegio


El mecanoscrit del segon origen (Manuel de Pedrolo, 1974)


Que pasaría si de repente toda la humanidad desapareciera sin saber porqué y solo quedasen dos adolescentes. Sería un duelo o una aventura? Querer saber que pasó, aprender a sobrevivir y a la vez sentir la libertad de un mundo sin padres ni barreras.

La ciencia ficción y la filosofía caben perfectamente en un libro, y además con Barcelona de decorado. Para muchos nos marcó al leerlo con 15 años. Demasiado radical, pero a la vez una experiencia que nos hubiese gustado haber vivido.

Adormit sobre els miralls (Jordi Sierra i Fabra)


En Barcelona no debería haber el más mínimo de racismo. Si nos miras a las ojos verás docenas de migraciones. Por eso, es de extrañar que haya algo de nosotros al otro lado del mar. Los extremeños ocuparon Perú, los Gallegos Argentina y los Canarios Venezuela. Los catalanes emigramos a Cuba, de allí nos trajimos los ingenios y el capital de los Güell para iniciar la Revolución Industrial, el conocimiento del Ferrocarril, las Habaneras, el ron cremat y la bandera estelada. Algo que siguió incluso después de la pérdida de la colonia y se truncó al inicio de la Revolución Cubana. Aun así, la hermandad entre Barcelona y Cuba está presente hoy en día, por ejemplo, en los antiguos ferrocarriles de los 80 que ahora circulan por La Habana.

Jordi Sierra i Fabra mandó a su personaje Didac a buscar sus origenes familiares a Cuba. Lo que vivió y descubrió hacen de esta una novela muy original. Jordi Sierra i Fabra también le ha costado lo suyo llegar a ser lo que es; tartamudo y con vocación desde la infancia fue despreciado por su familia y sus profesores. Echarle un ojo a esta charla:






Barcelona negra


La serie de Pepe Carbalho (Manuel Vázquez Montalbán, 1972 -1997)


Solo se puede hablar del Raval con el detalle que lo hacía Manuel Vázquez Montalbán, si has nacido en él y has crecido escuchando las coplas de las gitanas del carrer de la Cera. Luchador anti franquista en la clandestinidad, le temblaban las piernas al pasar por delante la comisaría de Via Layetana. Viajero y gourmet, puede dedicar dos páginas sin puntos y a parte para describir un vino o una receta. Nunca un personaje podía ser el alter ego del propio escritor y es siempre imposible distinguir donde acaba Manolo y empieza Pepe.

Pepe Carbalho tenía un pequeño despacho en Ciutat Vella e iba a comer a Don Luciano, restaurante que existía y que existe aun en día. El camarero, el Bromuro era un chico humilde del barrio, su ayudante, el Biscuter, el quinqui esteorotipo, como el Vaquilla o el Lute, que entraba y salía de la Model por delitos menores y la más peculiar, la Charo, la novia prostituta de Pepe, a la que quería a rabiar y consolaba por la devaluación de sus activos de mujer.

Desde finales de los 70 hasta las olimpiadas. La evolución de la ciudad casi año a año. La devaluación de Barcelona que el escritor narraba. Cada uno de los capítulos de la ciudad. Más de 30 libros. Y los viajes en sus aventuras internacionales, en Bangkok o investigando los Vuelos de la Muerte en Argentina.

Gracias a Manolo y a otros de su generación, le debemos el festival internacional de novela negra de Barcelona.


Familia de Guiri perdidos frente una parada de rosas

Novela histórica


La catedral del Mar (Ildefons Falcones, 2006)


Quizás estás pensando, este si que lo conozco. La verdad, de toda la lista es el que menos recomendaría. Escribir un relato histórico es complejo y leer este libro me recuerda a ver la versión de Charlton Heston del Cid. La Barcelona del medievo da para mucho más. Y escribir sobre la creación de una iglesia es un refrito de otro Best Seller. Aun más, gran parte de la serie de televisión no se grabó aquí, sinó en la ciudad extremeña de Plasencia, donde no sufrirás de turistificación. Pero algo si consiguió es que viese Santa María del Mar con otros ojos. Roda el Món i torna al Born.

La sombra del viento (Carlos Ruíz Safon, 2001)


Al acabar la guerra Barcelona no solo sufría hambre. También sufrió un vacío, el de los ciudadanos e intelectuales que murieron o dejaron el país. Un silencio y un medio que nunca salió de la gente que les tocó vivir los largos años de la posguerra. La ciudad se había quedado vacía, tan vacía y hambrienta como las fotos de Joan Colom. Y en esa neblina del blanco y negro, preservar la cultura para esconder los libros prohibidos, fue una épica que merece su novela.

Ruiz Zafón, llevaba años intentándolo, con libros demasiado buenos que no acabaron de encontrar su mercado; hasta que lo consiguió. Una obra de arte al alcance de cualquier tipo de lector que me evoca las historias que contaba mi abuela y al subterráneo de la librería La Canuda. Subterráneo, que también es historia.

No Ficción


10 lliçons sobre Barcelona (Manuel de Solà-Morales


Lo confieso, cada vez me cuesta más descubrir algo nuevo de Barcelona. Por esto me sorprendió este libro, que por cierto, está escrito a la vez en catalán y en inglés. La construcción del carrer Ferran, los proyectos urbanísticos de las exposiciones universales, la planificación y pucherazo de l'Eixample o los barrios pobres para trasladar el barraquismo de las playas del Somorrostro. Un manual, para que veas Barcelona con otros ojos.

Camino al Exit(o) (Alex Bacardí, 2019)


Que tiene Justo Molinero para haber llegado a ser lo que es, un empresario que empezó como conductor de taxi, muy parecido al personaje de "La ciudad de los Prodigios". Y que habrá sido del ex pivot del Barça Ferran Martínez. Y de donde surgió la idea de Infojobs o HolaLuz. Porque Barcelona es un centro de la emprenduría digital? Y porqué tu puedes ser parte de ello.

Álex nos trae un resumen de 15 entrevistas que ha realizado durante los últimos años como presidente del chapter de Startup Grind. Con una redacción excelente a pesar de ser su primer libro, y lleno de contenido de principio a fin; nada de bla bla bla. Esperamos más libros tuyos pronto.


El décimo libro


10 queda mejor que 9 de cara el clicbait. Aun así no es un trampa. Esta décima recomendación te la he guardado para ti. Así que nos haría muy feliz que dejases un comentarío o te subscribieras al Blog. Feliz Sant Jordi, y te esperamos ver el 23 de julio en la calle.




Donde emborrachar a un guiri

Ni el Razzmatazz, ni La Ovella Negra, ni la Pandemia. Por allí no me veréis, aunque lo ponga en mayúsculas en Trip Advisor y la Lonely Planet 🪐. Os traigo la lista para beber bien y barato. Y acordaros que en Helsinky o San Francisco el coste de la vida es el triple, así que ser generosos 😏






Bar Marsella 

Nunca ha sido tan fácil pasar del saber al vicio. El Marsella está justo en frente de la Filmoteca de Catalunya. Eso si es que al salir os manteneis en pié, y sois capaces de ver más allá de dos metros, porque lo que se viene a hacer aquí es beber absenta.

La sensación que se siente al abrir la puerta es la de entrar a otro mundo, el umbral legal más cercano a un fumadero de opio. El interior no es como un bar de principios de siglo, es que es un bar de principios de siglo, y las botellas y las aspas del ventilador llevan acumulando polvo des de la época de los tranvias a caballo.

Si quieres saber como vas a acabar mira a tu alrededor, también te servirá para entender el peculiar rito de la absenta: el terron de azucar, la copa, los mondadientes y la botella de agua con el tapón agujereado.


Los vermuts de la Barceloneta

Espera, espera, ese no es el nombre del bar. Seria muy injusto poner a uno y no el otro. Y de hecho lo mejor es hacer media cena en cada uno. En La Tasqueta 1800 vamos a comer más que beber, y en La Electriciat vamos a beber más que comer. Aunque lo mejor es mucho de todo en los dos sitios.

Ambos tienen camareros carismáticos que parecen de novela y un vermut que entra traicioneramente. En La Tasqueta pediros los chorizos del diablo y algo de pescado frito. En La Electricitat, lo que tengan, porque siempre que he ido les falta algo. Total, con la oliva que viene en el vermut se va haciendo.

Y aunque sean solo media noche, es la hora de pedir el taxi.


¿Vino o Cerveza?

Para entrar al salir del trabajo de un viernes y salir domingo por la noche. Aquí tienes todo lo que necesitas, y una lista de 25 cervezas que va rotando. La estética parece de Sports Bar, pero no lo es en absoluto. En esta calle cercana al metro de Plaça de Sants es muy fácil que se te pasen las horas volando, y también el dinero. Del ArteSans se sabe cuando se entra, pero no cuando se sale.

Mi recomendación para vino se encuentra en la Vinateria del Call. Puedes ir a botella o a copa y los vinos suelen ser de las D.O. catalanas. Se pica bien para comer, pero en mi opinión la comida es muy cara.


Donde ir a olvidar una pandemia (II) : Priorat, Prades i Solsona

Ya queda un día menos. Y al salir de esta claustrofobia invadiremos la Carretera de les Aigües, La Mola y no cabrá ni una Lambreta en el aparcamiento de Montserrat. Veremos tanta gente de pronto, que lo más probable es que prefiramos pasar otro mes encerrados. Para evitarlo os traigo unas propuestas y para hacer la transición algo más pausada, algo más humana.

Priorat, Prades y Siurana

Durante la reconquista, se cedió la sierra de la comarca del Priorat a una congregación religiosa, para que sirviera de punta de lanza frente al último reino musulmán de Catalunya, el Taifa de Xibràna, hoy Ciurana. En este pequeño pueblo, antigua fortaleza, saltó la princesa mora con su caballo por un barranco, al no querer ver su reino cristanizado. El pueblo es alejado y recondido, no está cerca de nada, y hay que ir a posta, pero vale la pena. Y está tan aislado que un enigmático nazi se exilió hasta su muerte, en 2002.

Serra de Ciurana


Lo mejor es subir des del Monasterio de Poblet, cerca de Vimbodí. Después de casi una hora de curva en curva, entenderemos porque aquí vamos a encontrar poco barcelonés. El pueblo de Prades pasa hasta desapercibido, es el típico pueblo medieval, pero sin un millar de autobuses en la entrada.

Pero un poco más adelante, bien comidos y habiendo hecho una siesta, entraremos en el Priorat. Aquí el vino es tan bueno gracias a su tierra pizarrosa que tiene su propio libro escrito por Noah Gordon. Es sorprendente que haya un pueblo autoproclamado el Nueva York del Priorat, pero lo más sorprendente, y con un poco de suerte puedes coincidir con una docena de turistas, es en las ruinas de la antiguo monasterio de clausura (ellos si que sabían lo que era estar encerrado). Debe ser uno de los monumentos menos visitados de Catalunya, Escala Dei,  y eso que es el Machu Picchu del Priorat.

Escala Dei, El Priorat

Solsona

Antes, este pueblo (capital de comarca) tenía algo de vida. Se veían subir y bajar autobuses para Andorra todos los fines de semana, hasta que construyeron la autopista de Pons. Caería en el olvido si no fuese por dos eventos que frecuentemente salen a los medios, ser el pueblo insignia de la tradición de "gegants", y por haber colgado un asno desde el campanario con una soga por carnaval. Carnaval que se celebraba incluso en el franquismo, "troleandolo" como fiesta patronal de invierno.

Aunque el casco antiguo tiene mucho encanto lo que os recomiendo es que busquéis rutas en el municipio descentralizado de Montpol. Es decir, uno de esos pueblos simbólicos formado por un ayuntamiento y una escuela y que gestionan decenas de masies, en la que no creo que se esté pasando un mal confinamiento. Aquí podéis encontrar playas fluviales, que son como las de costa, pero que no te llenan el coche de arena. Mi favorita es la Rivera Salada, donde uno puede empezar a hacer barranquismo sin aglomeraciones, ni instructores, ni seguros. Si las dos docenas de personas, principalmente de Manresa, te parecen multitud, puedes llegar hasta el pantano de la Llosa del Cavall o perderte del todo en la Vall del Lloch.

Si se te ha hecho corto, de bajada puedes parar en Cardona, cuya fortaleza fue la última en rendirse durante la Guerra de Sucesión, incluso después que capitulara Barcelona el 11 de setiembre de 1714 y que en días de niebla nos regala fotos como esta.

Cardona, foto: Cardona Turisme

Donde ir a olvidar una pandemia (I): El Maestrazgo, Vall d'Aran y Vall de Boí

Tu como yo, llevamos ya dos semanas sin perder la vista en el horizonte. Y yo como tu, he cambiado el hábito de quejarme por los planes cancelados, procrastinados o deseados, por una imposición de una nueva rutina, lo más productiva posible. Estas dos semanas indican que hemos pasado entre un cuarto y la mitad de la reclusión y que por tanto, gozaremos de la libertad de movimientos a finales de abril o a principios de mayo. Lo más probable, es que no podamos viajar con tranquilidad al Serengeti en los próximos dos años, y que la lista de requisitos para entrar en Estados Unidos sea inabarcable. Ni siquiera creo que pueda volver a ver los buitres de Monfrague pronto.

Pero si algo ha traído la reducción de emisión de carbono, no haber ido a esquiar o no haber abocado domingueros es que la naturaleza ha podido realizar su ciclo anual como no lo había hecho en años. Y el aire limpio de Barcelona o el jabalí que bajó de Collserola así lo indican.

Espero que cada día, a los ocho de la tarde, cuando todo el país estalla en aplausos, sigas teniendo en mente, que harás, donde irás y a quien verás cuando todo esto acabe. Y por si te cuesta arrancar, aquí te dejo unas ideas.


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El Maestrazgo


Como bien sabéis, una cosa son la fronteras administrativas, y otra las culturales. Esta provincia, se encuentra divida entre tres comunidades, la valenciana, la catalana y la aragonesa, pero su identidad es única e indivisible, ya sea por la lengua, la comida (como los orejones) o la música. Y también por haber sido una de las pesadillas de Franco durante la Guerra Civil.

Des del lado catalán existe una antigua vía de tren, ahora convertida en vía para caminantes y excursionistas. Nace en Tortosa, donde se puede llegar en transporte público, y ladea el Ebro. Luego empieza a empinar y tras travesar viaductos, túneles y estaciones abandonadas se entra en La Terra Alta. Allí enseguida vemos que estamos en una comarca vinícola, en Pinell del Brai encontramos una de las primeras coperativas agrarias del país. Después viene Bot, Horta de Sant Joan, Arnes, Cretas y Vall de Roures. Estos pueblos tienen algo especial y algo excepcional, esán vivos y no son un refugio para domingueros. En Horta de Sant Joan se puede visitar el centro de interpretación de Pablo Picasso, ya que el artísta pasaba los veranos de su juventud aquí. En general, en todos estos pueblos se puede ver la una arquitectura característica muy bien conservada.

Beceite: fotografia de la web de turismo de Aragón

Aun así, esta tierra fue escenario de la batalla decisiva de la Guerra Civil. En la Sierra de Pandols-Cavalls se atranchilleraron las tropas republicanas por más de 100 días y ello llevó a la destrucción de pueblos como Corbera d'Ebre, ahora visitables, y que en la tapia del ayuntamiento de Arnes, se vean las balas de los fusilados. O que en el monumento a la victoria franquista de Vall de Roures la CNT lo haya pintado de rojo y negro.

Hay varias excursiones fáciles para hacer. Puedes subir hasta el Mont Caro y ver amanecer. Des de allí se ve claramente la "banya" del Delta de l'Ebre, y la silueta de la estutua del rebeco (o quizás algun rebeco de verdad, una variante de la cabra montesa). Y para los tramposos, sabed que se puede subir en coche. La otra excursión típica es el Parrizal de Beceite, que consiste en un camino angosto entre muros de piedra a través del río Matarraña. La tercera excursión se encuentra en el tramo Valenciano y es a través de la Tinença de Benifassà, donde se encuentran pueblos minúscolos y preciosos como Herbeset.

Para acabar la ruta, des de Aragón se cruza al País Valencià, en la comarca del Ports. El pueblo más importante es Morella. Un pueblo medieval, con un gran castillo roquero y un surtido de restaurantes de primera categoría. Desde aquí arriba fue donde Jaume I inició la conquista de la València musulmana.

Vista de Ports de Tortosa-Beceite


Vall d'Aran y Vall de Boí


Si decidimos visitar estos dos valles podremos gozar de dos parajes pirinaicos muy peculiares y diferentes entre ellos. El valle de Aran fue una adquisición para la corona de España una vez se firmó la Paz de los Pirineos. Al ser el único valle que da al norte, está rodeada por altas montañas y la frontera francesa. Por eso, ha mantenido su identidad, que no es ni catalana, ni española, ni francesa, sinó occitana, teniendo su propia arquitectura, gastronomia y sobretodo, lengua propia. Este aislamiento también fue lo que llevó al maqui, el grupo guerrillero antifranquista de la postguerra a asaltar este valle, en octubre de 1944 (enlace)

Al sud encontramos La Vall de Boí, dentro de la comarca de l'Alta Ribagorça, uno de los antiguos condados catalanes. Si algo tiene de particular este pequeño valle, son los dos reconocimientos que la UNESCO ha hecho. El primer Patrimonio de la Humanidad reconocido son las iglesias románicas y sus frescos (hoy en el MNAC). El que más destaca de ellos es el de Taüll. El otro Patrimonio de la Humanidad es inmaterial y son las Fallas de los Pirineos, un descenso con antorchas que se viene realizando desde antes del cristianismo y la romanización.

En la Vall de Boí se visitan varios pueblos, como Taüll, el más comercial y expectacular a Durro, que al encontrarse más aislado es más genuino. En este mismo valle encontraras un balneario. Algo que puedes hacer, y es gratuito, es recorrer sus fuentes, cada una de las cuales, tiene propiedades distintas, desde la sanación muscular, a una fuente alta en azufre que limpia la vista. También puedes esquiar o entrar al parque natural más antiguo de Catalunya: Aiguestortes.

Taüll, Vall de Boí

Cruzando el túnel para Vielha llegamos a Aran, otro mundo totalmente diferente, como se vió antes. Vielha (5500 habitantes)  no tiene para mi un gran interés. Lo que si te recomiendo es que te acerques en coche hasta las pistas de esquí de Beret (donde esquía la familia real y los famosetes) y desde allí sigas a pie por el camino de tierra hasta el pueblo abandonado de Montgarri, pueblo abandonado con un propietario curioso. Otra visita típica es al "els ulls del jueues", una ruta facil para ver cascadas, y el único sitio donde he encontrado fresas silvestres. Finalmente, mi recomendación secreta es que os acerqueis hasta Sant Joan de Toran, uno de los pueblos menos afectados por el turismo.



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Cocina para una pandemia: hoy "Trinxat casolà de la Cerdanya"

Seguimos vivos, y eso es lo importante. Sería interesante acercarse al Pirineo y ver el deshielo. Sería interesante, pero por ahora, solo es posible a través de las web-camps abiertas (como esta de la Vall de Núria), con la venta de par en para para disfrutar del aire limpio de Barcelona, que se empieza a aparecer al de un pueblo. Pronto podremos repetir los viajes para cruzar la Cerdanya Norte en bicicleta, pero por ahora solo puedo releerlo aquí, e ir al super a comprar los tres ingredientes que hacen falta y que encontraremos pase lo que pase: patata, cebolla y col.
  1. Primero se pone a hervir una buena olla de agua
  2. Se hierven las patatas. Si son muy grandes, pártelas.
  3. Cuando llevamos un rato hirviendo patatas, echamos la cebolla, partida en dos
  4. Una media hora más tarde, acabado el capítulo de Netflix. Se hierve la col troceada y se hecha sal y pimienta al gusto
  5. Yo os recomendaría que lo hirvieses hasta quede agua para llenar dos basos.
  6. Se cuela y se guarda el líquido sobrante, ya que quedará muy buena para un caldo.
  7. Se "trinxa" todas las verduras para que quede una masa homogenia
  8. Finalmente se sofríe la verdura en una sartén con algo de ajo (y sinó eres vegano, panceta) 

Atención, la digestión puede ser costosa, no ingerirla antes de dormir si no se duerme solo. Puede hacer la convivencia difícil, aunque como decíamos de campamentos: "los pedos por la noche, son huérfanos".