Desde Varsovia

Antes de empezar esta experiencia conocí a Sonia, era una chica muy delgada de Varsovia, que por aquel entonces trabajaba en Mallorca. Rebosaba alegría y entusiasmo y no le pude negar que pasara unos días durmiendo en mi sofá. Tuvo mucha suerte, fuimos a las fiestas de Gracia y pudo contemplar algunas de las costumbres más catalanas que existen. Yo guardaba un buen recuerdo de ella y además, unas semanas antes de acabar este viaje recibí un mail suyo diciendo que se quería apuntar a mi búsqueda del sentido de la vida, pero las Navidades llegaban, y lo más duro, mi cuenta corriente estaba a punto de cambiar de color. 

Pero ella ha hecho algo para ganarse una entrada en el blog del vagabundo. Sin que ella supiera entré en su blog, donde comparaba dos viajes a Barcelona, el del verano, y el que hizo en Navidad. Si supiera cuanto me animó:

Cuando estuve en Barcelona en agosto de 2011 que he visto y "sentido" es una ciudad completamente diferente que en diciembre de ese año. Pasé mis días de verano en solitario spacerowaniu las calurosas calles de la ciudad, y por la noche en su casa en los de la empresa, en la terraza de la casa. Recuerdo la noche, cuando puso una manta en el suelo de la terraza y el cuatro de nosotros, incluyendo a mi anfitrión Dani, Jordi y su colega de Bettina, de Austria, la segunda persona que practica surf estaba a mi lado y miró al cielo estrellado. Estábamos fumando shisha y bebiendo vino, alguien estaba tocando suavemente la guitarra, y he visto como el lagarto terraza de muro se ejecuta rápidamente. Fue algo mágico, tranquilo y hermoso. 

Ser buenos, aunque sea por un acto de puro egoísmo, porque sereis recompensados. Pero hacedlo de corazón, sin esperar nada a cambio y sabrán para que vinieron al mundo.

1 comentario:

  1. Sonia,que por si alguien se lo pregunta, ha aprendido español por su cuenta, me ha enviado la traducción por si misma, mucho mejor que la de Google.

    Cuando estuve en Barcelona en agosto de 2011 he visto y "he sentido" esta ciudad completamente diferentes que en diciembre del mismo año. Pasé mis días de verano caminando sola por las las calles soleadas de la ciudad y las noche en la terraza de casa de mi host Dani con buena compaña. Recuerdo un noche, cuando pusimos una manta en el suelo de la terraza y todos- Dani, mi host, su amigo Jordi, Bettina, de Austria, la segunda surfer y yo estabamos ahi mirando al cielo estrellado. Fumabamos shisha y bebiamos vino, alguien estaba tocando suavemente la guitarra... De repente vi un dragon corriendo rápidamente por la pared. Fue un momento mágico, tranquilo y hermoso.

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